martes, 20 de mayo de 2014

El Matoneo Político Colombiano: Entre el "Neo-Fascismo de Uribe" y el "Castro-Chavismo de Santos"


El matoneo político colombiano

Mayo 14, 2014

En los últimos años la dinámica de nuestra política se mueve entre aguas turbulentas, ya que la polarización ideológica y el fanatismo, han transformado nuestro territorio en un nuevo campo de batalla, al mejor estilo de la época en que se mataban conservadores y liberales por el trapo, como bien lo relata el escritor vallecaucano Gustavo Álvarez Gardeazábal en su excelente novela: 'Cóndores no entierran todos los días', una obra emblemática de la violencia partidista de la década de los cincuenta, mejor conocida como La Violencia, publicada en 1971.
Lo curiosos es que en plena era de la Sociedad del Conocimiento, la cosa política colombiana se mueve, al igual que en el año 50, entre “chulavitas”, “los pájaros” y “cachiporros”, que por fortuna, no utilizan las mismas estrategias violentas y de muerte, en defensa de un trapo, un partido o pseudo-mesías políticos, pero que infortunadamente sí son sicarios morales al servicio de estos nefastos fanatismos.

Su mejor arma son las redes sociales, su excusa es la libertad de opinión, así en el fondo todo el mundo sepa que les pagan o están adscritos laboralmente a alguna entidad del Estado (cosa que no es delito), utilizando sus posiciones para agredir, descalificar, atacar y calumniar al que piensa diferente a ellos.
Infortunadamente en este país, la divergencia política es la excusa para insultar, sacando pecho y autodenominándose como “colombianos de bien”; como si el resto, por el simple hecho de no compartir lo que ellos piensan, somos gente de mal. El matoneo en las redes es monumental, opinar diferente se ha vuelto peligroso y sobre todo se ha transformado en delito, según la honorable ‘Corte de Justicia’ de usuarios de las redes sociales, defensores de algún ‘mesías’ de turno.
Los niveles de indignación son tan altos y vacíos, que los que se rasgaron las vestiduras por el calificativo de “gamín” a un ciudadano por un candidato a la vicepresidencia, se comportaron como “gamines” para defender al ofendido.
Es cierto que nos movemos en un espacio superficial de la palabra o intentamos hablar desde un “yo” profundo, pero esto no puede ser un pretexto para que una máscara digital y una red social se transformen en el escenario de una confrontación insana que no conduce a nada bueno.
La tensión actual es muy fuerte y con un futuro bastante nublado. Estamos cayendo en el nefasto error de convertirnos en fiscales no autorizados para salvaguardar la sociedad, muchas veces sin pruebas y alimentados de supuestos, rumores o simplemente simpatías, usando nuestra opinión tan despreocupadamente y muy similar a la que transmiten los noticieros a diario y que tanto criticamos.
Es probable que por defender lo indefendible, de llevar nuestra opinión indiscriminadamente a todos y sentirnos intelectuales o grandes humanistas, presuntamente en el afán de cuidar a nuestra sociedad, estemos desembocados en algo extremo y perjudicial.
¡Así que es hora de dejar el matoneo!
Álvaro Rodríguez
Asesor en Educación y TIC
Corporación Colombia Digital

POR: CORPORACIÓN COLOMBIA DIGITAL
Fuente: http://www.elheraldo.co/blogs/tecnologia/el-matoneo-politico-colombiano-152535

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