domingo, 15 de mayo de 2011

Wesak, Espiritualidad Emergente y 2012 (contraperiodismo)


                                                                                Nota: Sin pretender faltar al respeto a la figura del Buda, por quien, al contrario, siento la más profunda admiración, habida cuenta que siendo un ser humano de carne y hueso halla podido 'iluminarse' dentro de todas las adversidades de este mundanal ruido para trascender a un estado divino, me permito ofrecer esta reflexión la cual da para pensar un poco más allá de toda esta parafernalia que se ha tejido no solo en torno a esta conmemoración sino en todo lo que toca a la 'Nueva Era'... 
Fraternalmente, 
Gloria H. 

Espiritualidad Emergente y 2012
Por: Gonzalo Echeverri Uruburu

En la oferta actual del espíritu la llamada Nueva Era expresa un nuevo sincretismo, que pretende integrar las grandes tradiciones religiosas con nuevos paradigmas y concepciones científicas.
En proximidad del tan publicitado año 2012 muchos se preguntan si esta fecha será fatídica como algunos creen o por el contrario auspiciosa; si conllevará la destrucción de la civilización en medio de grandes cataclismos según la versión hollywoodense, o por el contrario será el heraldo de una nueva humanidad que se elevará a una dimensión superior de conciencia planetaria impregnada de nuevos valores, como lo pregonan los flamantes profetas de la Nueva Era: J. Roberts, J.Z Knight, B. Marciniak, Lee Carroll y un etcétera en el que podemos incluir los pretendidos mensajes de ángeles de variados plumajes, entidades interdimensionales, extraterrestres y maestros espirituales de las grandes tradiciones.
No cabe duda: vivimos en una época de novedades, no solo una época de cambios sino un cambio de época y no sólo en el campo de la ciencia y la tecnología, sino también en la cultura. Cuando grandes pensadores, Comte, Marx, Nietzsche, Freud, Sartre, daban por seguro que el hombre va en camino de superar definitivamente su mentalidad infantil creadora de fantasías; la llamada Nueva Era- que así se ha dado en llamar a este variopinto e intrincado movimiento contracultural sorprende con sus concepciones que en abigarrada mezcla exhuma antiguas creencias de Oriente, el  karma, la reencarnación, los chakras para asociarlas con la tradición hermética occidental, la cábala, la alquimia y con novedosas interpretaciones de los textos  religiosos combinadas con antiguas leyendas sobre civilizaciones desparecidas, nuevas terapias y métodos de superación personal y desarrollo de los grandes poderes latentes en el ser humano.
Asimismo ofrece atrevidas ideas muy cercanas al pensamiento de los más vanguardistas científicos contemporáneos: la naturaleza psíquica de toda realidad, la unidad e interdependencia de todas las cosas que existen en un mar de información de potencialidades infinitas y nuestra verdadera esencia como seres multidimensionales en íntima conexión con todo lo existente y con la fuente del ser; en fin, un entramado doctrinal rico y en incesante formación.
En este gran mercado espiritual hay de todo y- qué duda cabe- este es uno de sus grandes atractivos. Pero -digámoslo de una vez- el secreto de su magia es este: el hombre no es, para la espiritualidad emergente, el ser pecador, miserable e impotente que creíamos. Todo lo contrario; nuestros poderes son los mismos de la divinidad porque somos ella misma: nuestro destino es transformar y crear la realidad, nueva vida, nuevos mundos.
Y si toda espiritualidad lleva en su seno la trascendencia, la espiritualidad que se abre camino pregona, con audacia, la apoteosis del hombre. "No son lo que creen ser -dice Carroll canalizando a Kryon, entidad interdimensional- Ustedes son eternos. Cada uno de ustedes ha existido siempre y siempre existirá... Ustedes forman parte del Absoluto que es atemporal y viven en un círculo de existencia que no es lineal y no tiene principio ni fin". Lo mismo dice con insistencia el famoso 'Curso de Milagros' canalizado por H.Schucman.
El nuevo humanismo pregona decididamente que en realidad somos un espíritu que evoluciona simultáneamente en muchas dimensiones densas y sutiles y en tiempos flexibles que pueden ser manipulados.
Este nuevo paradigma que había sido anunciado por M.Ferguson en un libro que hizo época, 'La Conspiración de Acuario', envuelve una visión esencialmente mística con fuertes tendencias panteístas, esotéricas, ecologistas y chamánicas en las que "Dios es la suma total de conciencia existente en el Universo, que se expande a través de  la evolución humana". Esta perspectiva pretende, además, no solo recuperar las visiones antiguas sino también armonizarlas con la ciencia más avanzada y con  el pensamiento de físicos que avalan su concepto clave, su nota esencial; la unidad de todo lo existente, la materia con la mente, el hombre con la naturaleza, con el cosmos y con la Superconciencia.
Físicos destacados como D.Bohm y A.Goswami postulan que la conciencia es la base de la existencia; sin rodeos dice F. A. Wolf: "Todos experimentamos una misma mente". Esto es en esencia lo mismo que había expresado Schrodinger, uno de los padres fundadores de la mecánica cuántica, en sus conferencias del Trinity College de Cambridge en 1956: "las teorías actuales de la Física sugieren fuertemente la indestructibilidad de la mente frente al tiempo". Hay aquí, sin duda, una notable coincidencia con el misticismo de todas las épocas y culturas, tema central del 'Tao de la Física', libro básico de las nuevas ideas escrito por el físico F.Capra.
En la Nueva Era hay una superación de las religiones institucionales: el hombre no necesita intermediarios para encontrar en sí mismo lo divino, no hay dogmas,  no hay autoridades ni escritos infalibles: basta mirar hacia adentro y expandir nuestra conciencia, todo ello dentro de un eclecticismo que reconoce la verdad única subyacente en todas las religiones, legado de H.P.Blavatsky y A. Bayley, pioneras del paradigma espiritual emergente. Hay también a veces -no puede negarse- una religiosidad difusa y  una espiritualidad light que trivializa el sentido profundo de la vida.
Pero en esta corriente hay, además, grandes peligros, tergiversaciones e ideas delirantes. Pululan sectas alienantes y charlatanes de todos los pelambres de la picaresca ocultista quienes, aprovechándose del anhelo de sentido y trascendencia, hacen pingües negocios.
No es fácil, no parece posible, emitir un juicio de valor ecuánime sobre la Nueva Era. Cualquier opinión estará inevitablemente marcada por puntos de vista y preferencias personales. Para muchos cristianos fundamentalistas, no hay duda de que se trata de una estratagema diabólica; para otros, es una simple moda pasajera surgida en el ambiente de crisis de la posmodernidad.
En todo caso podemos pensar que, de alguna manera, con sus aciertos y desaciertos, sus grandiosas concepciones y desvaríos, la Nueva Era constituye una etapa necesaria de nuestra evolución e indagación existencial. El 2012 vendrá y pasará pero solo el tiempo podrá decir si de verdad fue el umbral de un nuevo ciclo de más elevada conciencia.
Grandes gurús
Deepak Chopra: médico indonorteamericano. A través de obras de gran éxito, ha sido gran divulgador del nuevo pensamiento al realizar una síntesis de la filosofía tradicional hindú con la física cuántica. Su prosa es clara, didáctica y sugerente. En 1999 Time lo seleccionó entre los 100 íconos del siglo XX al describirlo como el "poeta-profeta" de la medicina alternativa. Sus detractores lo consideran el más grande "charlatán cuántico", merecedor del Premio Ig Nobel para los investigadores más fantasiosos.
Fred Alan Wolf: Físico norteamericano. Trata de integrar conocimientos de la nueva física con los estudios más avanzados de la conciencia y las filosofías tradicionales. Ganador del Premio Nacional del Libro explora nuevas síntesis, alternando con figuras de la ciencia como R. Feynman y chamanes, curanderos y místicos de todo el mundo. Es uno de los participantes de la película 'Qué diablos sabes tu?'
Ken Wilber: filósofo, bioquímico y psicólogo norteamericano. A pesar de sus críticas contra la Nueva Era, su obra es fundamental para esta corriente. En ella articula ciencia y religión con aspectos de filosofía y psicoterapia. Al inicio de su carrera contribuyó al desarrollo de la psicología transpersonal, pero su obra ha sufrido muchos cambios, aunque conserva el enfoque integrador.
Lee Carroll: hombre de negocios californiano; es el más importante 'profeta' de la Nueva Era. Sin proponérselo y siendo escéptico en estos temas, en 1989 'comenzó a  recibir mensajes telepáticos de una entidad interdimensional llamada Kryon' que ha canalizado por todo el mundo. Sus libros han sido traducidos a 24 idiomas y son edificantes, positivos y alentadores sobre el destino y potencial de la humanidad. Hace énfasis en las nuevas energías que están transformando al hombre y en la importancia del amor. En sus canalizaciones hay también novedosos conceptos científicos, todos dictados por 'su guía no humano'.
Por Gonzalo Echeverri Uruburu
gonech@hotmail.com

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